martes, 19 de noviembre de 2019

Cartas de él para ella. (Año 1492)

-Mi querida Marie, ya han pasado siete años desde que tuve la gran perdida, durante ese tiempo he intentado buscarme y tratado de saber cuales fueron los momentos más importantes, he vagado como un perro vagabundo del cual se quiere alejar del dolor y el sufrimiento de su memoria, es ahora cuando me doy cuenta que en vez de distanciarme de ellos tuve que haberlos enfrentado.
Nunca pensé en esos siete años que pudiera volver de forma tan repentina a verme en el mismo punto de partida, un punto el cual me cuesta reconocerlo.
No se a donde me llevará el destino, si es que existe, o por lo contrario se crea al caminar en esta vida, de ser así, solo veo una larga oscuridad en el.
No con ello quiero que pienses que mis fuerzas flaquean o que mi aliento está próximo a su fin, tan solo estoy harto de esta lucha dentro de mi, no por estar cansado, si no por no haber sabido escuchar aquellos que en su momento pudieron ver cual desdichado seria el camino de mi sino. Sería fácil culpar a los dioses de mi tragedia y del mismo modo extremadamente cobarde. Me he jactado de tener la capacidad de aprender de los errores de los que me rodean para no cometerlos sin pararme a observar los míos, es por ello que debo recapacitar y echar la vista atrás a unos recuerdos ya olvidados, cargados de odio y dolor para entender que fue lo que hice mal, que fue lo que no pude aprender... alguna veces siento que no le prestado demasiada atención a mi vida.

Pese a todo, seguiré vagando por este mundo, como una mota más que es arrastrada por el viento, pero esta vez no olvidare torna mi vista.

Cuídate hermana mía, trataré de escribirte tan pronto llegue a Constantinopla y espero que esa vez mi alma haya podido encontrar algo de paz y serenidad  para hacer que sonrías.

No hay comentarios: