Strangers passing in the street
By chance two separate glance meet
And I am you and what I see is me.
And do I take you by the hand
And lead you through the land
And help me understand
The best I can.
Extraños caminando por la calle
Extraños caminando por la calle
Por accidente dos miradas se cruzan
Y yo soy tú y a quien veo es a mí
Y yo te tomo de la mano
Y te conduzco a través de la tierra
Ayúdame a entenderla
Lo mejor que pueda.
Esta es la historia de un niño y de su muro. Frente a él se encuentra todos los insultos, mentiras, gritos, golpes y llantos. Pero también risas, encuentros, susurros, abrazos y besos. Todos adelante.
Tras él hay un niño hecho hombre. Está sentado con su espalda pegada a la inacabable pared, tan larga como una vida, con las rodillas en el pecho y la mirando cabizbajo.
Lo mejor que pueda.
Esta es la historia de un niño y de su muro. Frente a él se encuentra todos los insultos, mentiras, gritos, golpes y llantos. Pero también risas, encuentros, susurros, abrazos y besos. Todos adelante.
Tras él hay un niño hecho hombre. Está sentado con su espalda pegada a la inacabable pared, tan larga como una vida, con las rodillas en el pecho y la mirando cabizbajo.
En ocasiones algún recuerdo intenta atravesar el muro, blasfemando furioso, atacando irascible, burlándose con tanta maldad que intenta derrumbarlo. Entonces el niño hecho hombre palidece y tiembla, separa su cabeza. En poco tiempo cualquier sonido, vibración o frió desaparece.
Hay veces que algún recuerdo intenta atravesar el muro, llamando cariñoso, golpeando firme, pegando sus labios con tanta pasión que intenta derretirlo. Entonces el niño hecho hombre corre y salta, acerca su oreja. En poco tiempo cualquier sonido, vibración o calor desaparece.
El niño hecho hombre se sienta de nuevo. Retoma la postura de la eternidad y cabizbajo sonríe. Esta vez escuchó las últimas palabras, sintió la fuerza de aquellos impactos y entendió la intensidad de ese sentimiento. Sabe que pronto el niño se hará hombre y conseguirá sortear las barreras que le impiden enfrentarse y disfrutar la vida.
El niño hecho hombre se sienta de nuevo. Retoma la postura de la eternidad y cabizbajo sonríe. Esta vez escuchó las últimas palabras, sintió la fuerza de aquellos impactos y entendió la intensidad de ese sentimiento. Sabe que pronto el niño se hará hombre y conseguirá sortear las barreras que le impiden enfrentarse y disfrutar la vida.
Escrito hecho por Juan Cruz Sánchez, gran compañero, amigo y hombre con increíbles ideas para guiones.
Gracias por tus incansables ayudas, por participar activamente aquí y ayudarme ha avanzar poco a poco.
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