domingo, 2 de septiembre de 2012

verborreas de antaño


"El silencio es la defensa de la sabiduría.
Por eso no responderemos con la precipitación y
no usaremos frases demasiado largas.
No deberemos halagar ni embaucar con las palabras.
No diremos una cosa pensando en otra, pero seremos
sinceros y adaptaremos las palabras a los pensamientos.
No engañaremos a la gente, aun tratándose de extranjeros.
No seremos burlones ni graciosos, como tampoco tristes y 
apesumbrados, sino más bien hombres alegres.

Según las palabras de lo sabios "la burla y la ligereza
conducen al libertinaje". Por eso ellos han prescrito no 
abandonarse sin freno a la jovialidad, ni ser triste o taciturnos
sin motivo, sino hacer buena cara a todo el mundo.

La misma preocupación por el equilibrio impedirá que seamos
codiciosos y no precipitemos de cabeza a la búsqueda de las
 riquezas, pero impedirá también que no entreguemos a la pereza
y no trabajemos. Daremos prueba de desinterés y nos contendremos
con los pocos bienes materiales que correspondan. No nos mostraremos
ni envidiosos o concupiscente, ni ávidos de honores, pues como lo han 
dicho los sabios: "La envidia, la voluptuosidad y la ambición merman
la voluntad de los hombres". Para hablar con generosidad, nos mantendremos
en el término medio de cada actitud moral, de modo que las ubicaremos a todas
en el justo medio. Y eso es lo que entiende Salomón cuando declara:"Equilibra
el camino con tus pies, y todas las rutas serán buenas"


La guía de los extraviados




  (No he podido encontrar ningún enlace que lleve a esta parte del texto, pero se puede encontrar este pasaje y otros muchos mas en el libro "La sabiduría de Oriente".

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